En esta página hay información sobre el proceso de resolución de conflictos de Amnistía, el apoyo disponible para ayudar a manejar los conflictos, y cómo crear una organización competente en materia de conflictos.  

 

El término “conflicto” engloba desde las disputas interpersonales y los choques de personalidades hasta las diferencias en cuanto a estrategia, toma de decisiones, identidad y valores. Los conflictos serán constructivos o destructivos en función de cómo se aborde la discrepancia, más que del contenido de la propia discrepancia. En 2015, un informe realizado por Intermediation International (IMI) con el apoyo de Amnistía Internacional identificó cuatro áreas clave sobre las que deben trabajar los líderes y lideresas de las organizaciones de la sociedad civil para lograr una cultura de competencia en materia de conflictos. Estas áreas son las siguientes:

El proceso de resolución de conflictos de Amnistía y sus recursos están concebidos para abordar estas áreas.

 

El proceso de resolución de conflictos de Amnistía pretende ayudar a abordar los conflictos de forma justa, oportuna y constructiva, desde la comunicación inicial hasta su resolución y conclusión. Puede utilizarse en cualquier conflicto interno entre personas o grupos:

Las características clave del proceso de resolución de conflictos son:

 

El objetivo del proceso de resolución de conflictos es proporcionar apoyo y orientación en todas las etapas del conflicto.